La caída de las torres gemelas.
Por: Lena Suárez
El martes 11 de Septiembre de 2001 se desató un gigantesco evento que quedaría marcado en la historia de Los estados Unidos de américa. Un evento conformado de terror, horror, confusión y muerte. Un acto de diecinueve terroristas bajo las ordenes de Osama bin Laden que convirtieron cuatro aviones comerciales en misiles que se estrellaron contra el corazón financiero y militar de los Estados Unidos de América.
Primer ataque a las torres gemelas
Fue una mañana de un 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York a las 8:45 cuando el primer de los aparatos exploto contra una de las torres gemelas a la altura del piso 80. Era un avión comercial de pasajeros; un Boeing 767 de American Airlines que viajaba desde Boston hasta Los Ángeles con 81 pasajeros y 11 miembros de tripulación a bordo. Comenzaron a sonar las alarmas en la torre y se dio la orden de evacuación. En esos minutos nadie comprendía lo sucedido y los noticieros hablaban de un posible accidente. Después se supo que el avión había sido secuestrado minutos antes. En la torre Sur los empleados comenzaron a bajar, siguiendo una orden de evacuación preventiva, que poco después fue cancelada. “El peligro pasó. Pueden salir o regresar a sus lugares de trabajo”. Pero el peligro no había pasado, apenas 18 minutos más tarde, a las 9:03 otro aparato se estrellaba contra la segunda de las torres a la altura del piso 40 ante la atónita mirada de millones de espectadores en todo el mundo. La hipótesis del accidente quedaba descartada, no había duda alguna de que EUA estaba bajo un ataque terrorista. Era el segundo avión comercial secuestrado, el vuelo 175 de United Airlines, que viajaba de Boston a Los Ángeles con 56 pasajeros y 9 miembros de tripulación.
Los secuestradores, muchos de los cuales ya llevaban más de un año en EUA, habían recibido entrenamiento de pilotos y habían tenido tiempo suficiente para afinar detalles. Sabían que una bomba seria detectada fácilmente, con los aviones en cambio, no necesitaron de nada. Escogieron un día donde las aerolíneas no llevaban tanto pasaje, lo que facilitaba el mantener a la gente bajo control para que no se interpusiera. Para causar el mayor daño posible, se eligieron aviones destinados a hacer viajes largos, para garantizar un abasto de combustible suficiente para causar una masacre.
Los estados Unidos de América se puso en alerta máxima tras este primer ataque. Todos los edificios públicos y aeropuertos con fronteras hacia Nueva York y alrededores fueron cerrados y evacuados ante el temor a nuevos atentados.
Los policías y bomberos acudieron rápidamente. Las personas solamente buscaban salir con vida de este evento. Los elevadores dejaron de funcionar y las puertas de emergencia quedaron bloqueadas. Fueron muy pocas las personas que lograron salir con vida de las dos torres.
Segundo ataque: “El pentágono”
A las 9:45 minutos, el tercer avión se estrella contra El pentágono. Era un Boeing 757 de American Airlines que al parecer iba de Washington a los Ángeles y que transportaba a 58 pasajeros y 6 tripulantes. Centenares de personas murieron en este ataque.
La policía en estos momentos estaba sobrepasada. Para este entonces ya todo el país era consciente de lo que sucedía y muchas familias comenzaban a buscar a sus parientes que habían tomado algunos de estos vuelos. Otras familias buscaban a las personas dentro de las torres.
El derrumbe de las Torres
En medio de una psicosis auténtica, se producía un hecho dantesco difícil de olvidar. A las 10:00 AM hora local se derrumba la torre Sur del WTC, la segunda en recibir el ataque, mientras se producía un espectáculo aterrador: muchas personas se precipitaban y eran apoderadas del pánico, inclusive muchas tenían tanto miedo que se precipitaban al vacío desde las ventanas de las torres al no poder huir de la enorme bola de fuego que se formó por el impacto de los aparatos. 
La segunda de las Torres, la Norte, se desplomaba por completo a la 10:29 horas locales, atrapando a miles de personas y terminando con muchas vidas.
En estas torres, repletas de oficinas, trabajaban cerca de 50.000 personas, por lo que el número de víctimas podría ser muy elevado, razón por la cual se tardó varios días en calcular el número exacto de muertos y heridos.
El cuarto avión se estrella en Pittsburg
Las autoridades aéreas reportaban otro avión desaparecido, se trataba del cuarto de los aviones secuestrados, que se estrellaría a las 10:48 cerca de Pittsburg, Pensilvania. A bordo iban 38 pasajeros y 7 tripulantes. Las causas de la colisión no se conocen todavía pero la última hipótesis apunta a un posible enfrentamiento de los 102 pasajeros con los secuestradores.
En Nueva York, los hospitales estaban llenos y el gobierno intentaba investigar qué era lo que estaba ocurriendo. Pronto descubrieron el equipaje de Mohammed Atta., que contenía nombres y datos de los terroristas y detalles del plan que acababa de suceder.
Tomando en cuenta los cuatro aviones obtenemos un total de 266 personas a bordo utilizadas en los ataques, 3016 muertos (incluyendo los 19 terroristas y 24 desaparecidos) y más de 6000 heridos.
El país olía a luto. En Nueva York solo quedaba un gran vacío. Pero aquel 11 de Septiembre, lo único que se sabía, en Estados Unidos y en el mundo, era que con el desplome de las torres terminaba una era y empezaba otra mucho más sombría y con un enemigo sin rostro, o de muchos rostros, que podía atacar en cualquier momento o en cualquier lugar. Comenzaba la nueva era. Una que pronto obtendría el nombre de “La era del terror”.
Reportó para el Instituto Peninsular, Los Cabos, Baja California Sur; México.
